7 momentos en los que supe que eras la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida
1. Cuando perseveraste por mi atención, aún sin saber si valdría la pena
En nuestro mundo encontraba demasiada desconfianza, y pensaba que cuando se me acercaban personas, era por algún interés – no muy sensato – específico. Y mis temores me tenían fría y dura ante los extraños. Podrías haber dado media vuelta y no insistir. No quería ser conquistada, ni tener una relación. Y no me conocías, pero hiciste todos los esfuerzos por demostrarme que sí podía abrir mi corazón, y así comenzar a conocernos.
2. Al notar que te preocupabas por mí y mis problemas
Nadie tiene una vida perfecta, pero no todos quieren ver ese lado de las personas. Uno se esfuerza por mostrar lo mejor, a veces sin intención de aparentar, sino de ser lo más amigable posible.
Cuando veía que situaciones me sobrepasaban y compartía estos momentos contigo, tú nunca dudaste. Nunca pareciste querer alejarte de la parte triste, o enfadada, que tenía. No querías solo diversión, mostraste tu interés y cariño siempre. Sorprendiéndome en cada nuevo momento, lo que me hizo confiar. Tenías real interés en cómo me sentía y no querías solo pasar el rato. Pude ver tus verdaderas intenciones y tu corazón.
3. La comodidad que me hiciste sentir desde el primer momento
Apenas dejamos que todo fluyera entre nosotros, estaba muy nerviosa. Pero esos pensamientos se fueron con esta comodidad única que me haces sentir. Como si nos conociéramos hace años, o fuéramos mejores amigos. Cada momento en nuestra relación se siente muy natural, pero a la vez tiene demasiada belleza.
4. Nuestra conexión única
No con todas las personas sientes las mariposas en el estómago y ves fuegos artificiales cada vez que se encuentran. Y eso es lo que me pasa contigo. Y no creo que se vuelva a repetir
5. Por atravesar etapas juntos
Cuando cambias de etapa, como pasar de la universidad a trabajar, es muy fácil distraerse o querer cambiar tu vida. Hay quienes piensan de esta manera, y tienen compromisos por etapas. Pero para mí, para nosotros, no es así. Sé que si estamos pasando por hitos importantes ahora, lo seguiremos haciendo por un buen rato al menos.Vamos cambiando simultáneamente, con distancia o no tanta, y nuestro amor perdura.
6. La certeza que tienes cuando te mira
¿No les pasa que cuando el amor de tu vida te mira, sabes que todo irá bien? Todas las inseguridades, incertidumbres, y preguntas sobre la relación se esfuman, porque basta una mirada, una palabra o un pensamiento para sentir eso dentro de tu corazón. “Eso”. Un presentimiento, una intuición, una certeza. Es un abstracto de que sabes que simplemente es así: son el uno para el otro.
7. Cuando te escucho hablar sobre el futuro
Cada vez que exteriorizas tus pensamientos y hablas sobre un futuro – cercano o lejano – juntos, sé que eres para mí. Al principio me asustaba un poco, sentía que los sentimientos de mi pareja avanzaban más rápido que los míos. Pero nos equilibramos. Y es por eso que nos podemos proyectar. Puede que las cosas vayan a salir bien o mal para nosotros, pero no nos importa mientras estemos juntos. Existe esa sensación de ser invencible junto al otro. Y sé que eso no pasa todos los días.
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